Acompaña a la colaboradora en #ConexiónMAM por este breve, pero sustancioso encuentro con “Fuego verde en El paricutín”, de Dr. Atl.

En 1943 se formó en Michoacán el volcán Paricutín. Debido a su lenta erupción, este fenómeno geológico se convirtió en un espectáculo que captó la atención no sólo de científicos, sino también de escritores y artistas plásticos.

Entre ellos no podía faltar Gerardo Murillo, mejor conocido como Dr. Atl. El carácter impetuoso y contestatario de este pintor era conocido desde antes y durante los años de la Revolución.

Sin embargo, en la década de 1920 decidió volcar toda su energía a su actividad artística, y dentro del paisajismo eligió el tema que lo volvería célebre, muy acorde con su personalidad explosiva: la pintura de volcanes.

De este modo, el surgimiento del Paricutín se le presentó al Dr. Atl como una oportunidad extraordinaria de pintar no nada más montañas con cráteres, sino la actividad volcánica en pleno.

A partir de esta experiencia, realizó centenares de bocetos y dibujos y pintó decenas de cuadros magníficos.

Uno de ellos es el notable Fuego verde sobre el Paricutín, un cuadro nocturno en el que destacan sus trazos inconfundibles y la peculiar luminosidad del atlcolor, un tipo de óleo que él mismo desarrolló, además de emplear aquí un verde brillante en una escena de fuego.

El imponente cono casi perfecto que surgió en el estado de Michoacán, en el oeste México, es el volcán más joven del continente americano. Su nacimiento, hace 75 años, pudo ser documentado por completo, algo extraordinario en la historia de la vulcanología.

El volcán tiene incluso un «acta de nacimiento» con fecha del 21 de febrero de 1943.

Un documento oficial del Ayuntamiento de Parangaricutiro explica cómo los campesinos que habitaban el lugar habían estado sintiendo constantes terremotos en la semana anterior del surgimiento.

Ese día, además, «se levantaban largas lenguas de fuego, con fuertes humaredas y estruendos nunca oídos», según los testimonios.

Cuando se dieron cuenta que se trataba del nacimiento de un volcán, los pobladores tomaron la decisión unánime de llamarlo Paricutín.