Miguel de Cervantes Saavedra decide que Don Quijote muera en la última parte de la novela como parte de su trama y desarrollo. Sin embargo, la lección que nos deja es la importancia de perseguir los ideales y sueños, incluso si parecen imposibles o irracionales.
Don Quijote es un personaje que se sumerge en la locura, creyendo ser un caballero andante y luchando contra molinos de viento. A través de sus aventuras y desventuras, Cervantes nos muestra la importancia de la imaginación y la pasión por vivir, incluso en un mundo que puede parecer desencantado y rutinario.
La muerte de Don Quijote también nos enseña sobre la fugacidad de la vida y la mortalidad humana. Aunque muere en su lecho de enfermedad, su espíritu vive en la memoria y la influencia que deja en aquellos que le conocieron.
En resumen, la muerte de Don Quijote nos enseña a vivir la vida al máximo, a perseguir nuestros sueños y a no tener miedo de luchar por lo que creemos, sin importar cuán locos o inalcanzables puedan parecer esos ideales.