Esta tradición de los tapetes de aserrín nació el 6 de octubre de 1966, durante la tradicional “Octava” en el recorrido de San Miguel. El primer tapete hecho de aserrín se realizó en el barrio de La Loma, el tapete fue teñido con anilina de colores, formando una imagen religiosa, y fue elaborado por el Señor Pio Quinto Baeza y Familia.

Pio era de oficio panadero, aunque principalmente se dedicó al comercio de textil; Pio Quinto enfermó gravemente de salud durante varios años y como buen Uriangatense pedía mucho a San Miguel Arcángel su recuperación, logrando sanar milagrosamente, fue así que en un gesto de agradecimiento y gran devoción buscó la forma de corresponder a San Miguelito su intercesión.

De esta manera, en uno de sus constantes viajes al estado de Michoacán, vio los tapetes de aserrín, quedando impresionado por la belleza de este arte. Así que proyectó la realización de un tapete en Uriangato en honor a San Miguel, para agradecer su inesperada sanación, se cuenta que le comentó a su esposa la señora Valentina sobre tal ofrenda para el día de La Octava; idea que le pareció muy bien a ella, sin tardar comenzaron a ver los materiales que utilizarían.

El aserrín fue traído de los hornos de tabique de la familia Domínguez, en la actual calle de Matamoros, en el conocido “Barrio del Obrador” hoy mejor conocido como el Barrio de Los Tabiqueros. La pintura fue comprada en la famosa “tienda de Nano” dicho pigmento se utilizó para teñir el aserrín, en ese tiempo se llamaba solferino y es así que comenzaron con el proceso de preparación del aserrín y el teñido del mismo.

Se dice que realizaron una primera prueba en el patio de su casa que es en la calle Ocampo # 60, la señora Valentina Juárez ayudó a su esposo a dibujar unos rombos y unas flores sencillas, al ver el buen resultado lo pusieron en práctica sobre la calle el día 6 de octubre de 1966, anexando unas letras que decían “Quien como Dios”, que es el significado del nombre de Miguel, fue así que se inició con la tradición de los hoy famosos tapetes y alfombras de aserrín de Uriangato.

Se cuenta que un día Pio Quinto platicando con un sobrino le comentó; que a él le gustaría que ese pequeño tapete se convirtiera en un tapete muy grande, que esto sería unos de sus sueños verlo, desgraciadamente San Miguel tenía otros planes para él, ya que falleció el día 30 de abril de 1981 a la edad de 59 años, a su muerte la tradición siguió con el apoyo de los vecinos del barrio de La Loma, gracias a la iniciativa de la señora Carmela Baeza, hija de Pio Quinto y su esposo Rubén Domínguez.

En el año de 1989, se realizaron 2 tapetes: uno en la calle Ocampo y otro en la Insurgentes Olivares. Para el año de 1990 nuevamente se realizaron 2 tapetes, y para el año de 1991 la tradición comienza a crecer un poco; realizando una cuadra de la calle Ocampo y en 1992 parte de la Insurgentes Olivares, es importante resaltar la participación de los vecinos de este barrio, en el cual nace la tradición, misma que gradualmente fue creciendo a través de los años en diferentes calles y barrios.

Fuente: kioscodelahistoria.com