El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través del Museo Nacional de la Estampa (Munae), abren al público la exposición sobre uno de los artistas mexicanos más importantes de la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI: Francisco Toledo.

La influencia de Toledo en el arte mexicano en la segunda mitad del siglo XX es tan relevante que quizá no sea demasiado arriesgado afirmar que de alguna manera se puede equiparar con la herencia de los forjadores de nuestra identidad artística durante las primeras décadas, y agregó: “No podemos concebir el México actual sin la obra de Francisco Toledo”

Cada quien con su Toledo. Obra gráfica, 1960-2018” es la muestra que recorre parte de la producción gráfica del artista desde sus inicios. Si bien Francisco Toledo exploró diversas técnicas artísticas y trabajó con diferentes materiales, el grabado fue uno de sus principales medios de expresión.

Es así como esta muestra está integrada por más de 180 obras que, en su mayoría, son grabados y estampas realizados entre los años 1960 y 2018 con las técnicas de aguafuerte, aguatinta, punta seca, azúcar, mezzotinta, litografía, mixografía y xilografía. También se observarán algunos ejemplos de acuarela, gouaches y cerámica.

Desde el inicio de su trayectoria, Francisco Toledo tuvo numerosas muestras individuales y colectivas. Sin embargo, hay pocas exposiciones en las que se recorra su producción gráfica, como se hace en esta muestra que se lleva a cabo con el apoyo, entre otras instituciones y particulares, del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) del Inbal, así como de la asociación civil Amigos del IAGO y del Centro Fotográfico “Manuel Álvarez Bravo” (CFMAB), que facilitaron sus acervos.

Cada quien con su Toledo. Obra gráfica, 1960-2018” es un panorama, un esbozo del conjunto de la obra gráfica de Francisco Toledo, un artista que exploró su propia diversidad a través de autorretratos, así como de la experimentación con diversas técnicas, además de haber sido una persona que defendió numerosas causas políticas y sociales.

Esta muestra representa también un punto de partida para que nuevas generaciones conozcan a este multifacético artista y para el público que ha seguido su trayectoria es una oportunidad para rememorarlo y revisitar algunas de sus obras.

 Cada quien con su Toledo” está dividida en tres núcleos: De Juchitán para el mundo, que abarca obras realizadas en las décadas de los sesenta y setenta; Toledo: forjador de instituciones, donde se presentan obras de las décadas de los ochenta y noventa, momento en que el artista consolidó su labor como promotor y defensor de la cultura oaxaqueña, y Monos, fábulas y sismos, que reúne los trabajos de las dos últimas décadas del maestro, entre las que destacan sus series sobre relatos de Franz Kafka y las fábulas de Esopo.