Como suele ocurrir en los trabajos de mantenimiento y restauración de monumentos de gran antigüedad e historia, se registró un importante hallazgo en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México el cual habla de la importancia histórica de estos espacios en la cultura de nuestro país.
Esto, lo anunció el director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura federal, Arturo Balandrano Campos,.
Balandrano Campos explicó: “Del patrimonio religioso hemos atendido bienes que están en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco en los centros históricos de Puebla, Oaxaca, Ciudad de México y, por supuesto, hemos colaborado muy intensamente con la iglesia católica, que se ha sumado a este esfuerzo, para poder establecer nuevos protocolos de conservación y mantenimiento, para que cuando vengan nuevos sismos, el debido mantenimiento que tengan estos inmuebles permita que los daños no sean tan graves como fueron en 2017”.
Como parte de estos trabajos en la Catedral Metropolitana en la Ciudad de México, el 30 de diciembre de 2022, antes del mediodía, se desprendió una baldosa de barro que cubría un nicho orientado al norte, donde se encontró una pequeña caja rectangular de plomo con una inscripción en latín. Una vez reportado el hallazgo a la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural (DGSMPC) y al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se determinó seguir buscando, lo que permitió localizar un total de 23 cajas de plomo, con inspiraciones religiosas que contienen distintas pinturas, cruces de madera y palma, así como distintos fragmentos que posiblemente conformaban medallones de barro y cera.
Balandrano Campos destacó que los trabajos en el conjunto catedralicio están avanzando y esta etapa concluirá a la brevedad con la reincorporación de las cajas a sus nichos, una vez que la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH finalice con el proceso de exploración registro y conservación del contenido de estos bienes patrimoniales y de las cajas de protección.
De igual forma, el titular de la DGSMPC informó que el Gobierno de México se ha preocupado por atender este monumento, por lo que en la primera etapa de trabajos, que inició en 2019, se dio atención a los pilotes de control para mantener la estabilidad, debido a que se encuentra en lo que era zona lacustre y se hunde constantemente.
La segunda etapa consideró el retiro de la flora parasita que crecía en juntas de las piedras, se rehabilitó, con ayuda de la Comisión Federal de Electricidad el sistema eléctrico.