La compañía teatral Pelo de Gato “Un ojo al gato y otro al garabato”, fundada en 2017, es una de las más reconocidas en la escena teatral de Oaxaca. Con sede en múltiples comunidades de la entidad, comenta su fundadora Esmeralda Aragón, se ha destacado por su enfoque en la experimentación y la innovación en sus producciones, las cuales se concentran principalmente en teatro escolar y de calle.
La entrevistada señala que se trata de una compañía que surgió a partir de la necesidad de llevar las artes escénicas a todas las comunidades oaxaqueñas, más allá de la capital del estado.
“Yo hago teatro desde el 2006, pero en realidad fue en el 2111 cuando conocí a Tavo (Gustavo Lastra), mi compañero de escena. Desde entonces decidimos emprender este viaje con la intención de descentralizar las artes escénicas, es decir llevar lo que se hacía solo en la capital a otras comunidades de Oaxaca”, dice.
Señala que, para cumplir con ese objetivo Pelo de Gato ha emprendido una especie de viaje mochilero, en donde guarda el escenario en la maleta para así poder armar los montajes en casi cualquier espacio.
“En la mochila llevábamos las producciones de teatro; por ejemplo, de las primeras que realizamos es una obra que se llama Chachareando. Concierto para basura y dos pepenadores, que es un trabajo de clown que lleva lo mínimo en escenografía, son dos percheros desmontables y Tabo juega con latas y yo con bolsas en escena”, explica.
Gracias a esta forma de trabajo han podido llegar a cientos de comunidades de la entidad, de las cuales en su mayoría han sido visitadas en más de una ocasión. Entre muchas otras, se han presentado en lugares como El Coyul, San Pedro Huamelula, Villa de Etla, Huatulco, Unión Hidalgo, Salina Cruz, recibiendo del público reconocimiento por su trabajo como promotores del arte y la cultura.
“Hemos recorrido cientos de comunidades en nuestro estado y hemos vuelto a casi todas, porque para nosotros no solo es llevar el teatro una sola vez y olvidarnos, sino hacer esta metáfora de que no basta con tirar la semilla a la tierra, pues también hay que ir a abonar, hay que ir a deshierbar de pronto, entonces creemos fielmente que esa es nuestra labor, de llevar y cultivar fuera de la capital el quehacer teatral”, dice.
De acuerdo con la creadora y actriz, la visión de Pelo de Gato es crear un teatro que sea accesible, comprometido y capaz de transformar la realidad social y cultural de quien lo experimente, en especial las niñas y niños. Para lograr esto, la compañía busca constantemente nuevos lenguajes y formas de expresión a través del uso de recursos teatrales como los títeres.
“Actualmente tenemos entre 15 y 18 propuestas y la mayoría de ellas nacen desde nosotros, es decir que ambos escribimos los textos, generamos la investigación y a nuestros propios personajes. Hacemos teatro con actores, pero también hacemos mucho teatro con títeres en diferentes técnicas: tenemos bocones, guiñoles, marionetas, títeres de mesa, de manipulación directa a la vista del público, así como títeres con objetos”, comenta.
Entre sus obras se listan aquellas que reflejan temas muy cercanos a la comunidad que visitan ya que, como señala la fundadora de Pelo de Gato, la idea es que las infancias obtengan la posibilidad de mirar al mundo desde diferentes perspectivas y realidades.
“Escribimos historias a partir de la gente y las comunidades, son temas cercanos a ellos. Por eso tenemos montajes que son especiales para cierta comunidad, y como en la mayoría de los pueblos hemos vuelto, hay quienes ya han visto todo nuestro repertorio”, precisa.
Algunas de sus obras son: Por qué hasta ahora, Vivora, Las historias de la abuela, Me lleva el diablo, así como Qué canijo revoltijo. Durante el mes de marzo, Pelo de Gato “Un ojo al gato y otro al garabato” visita las ciudades de Villa Hermosa, Tabasco, y Cancún, Quintana Roo, en donde ofrece funciones de las obras Chachareando y El Coyul.