El chile en nogada es el platillo que, según la leyenda, las monjas agustinas del convento de Santa Mónica en Puebla, elaboraron con los productos de temporada (granada, el chile poblano y nuez de Castilla) para elaborar un platillo que llevara los colores del ejército Trigarante; esto con el objetivo de celebrar la Independencia de México y al emperador Agustín de Iturbide.
Este platillo esencialmente consiste en un chile poblano relleno de carne de res y puerco, mezclados con fruta: plátano, manzana, pera, durazno y bañados con una salsa de nuez.
Es considerado como un platillo de temporada y se sirve durante los meses de julio, agosto y septiembre, porque la nuez de Castilla que es la variedad que se emplea en la preparación de la nogada se cosecha durante estos meses, al igual que la granada, otro ingrediente fundamental de este platillo.